Si de dignificar la palabra “amistad” se trataba, él, lo hacía de manera natural.
Porque él sabía escuchar, desde el corazón, como un VERDADERO AMIGO, comprometiéndose e involucrándose desde el alma con cada palabra que afloraba de consuelo, de consejo…
Palabras de una profundidad tal, que sólo alguien que vivió la vida desde la verdad y el corazón, podía decir.
Vaya si era un prodigio escucharlo hablar de política, de literatura, de poesía!
Puedo afirmar con amor, que tuve la dicha y la felicidad de conocerlo.
No sólo en sus distintos roles sociales, Intendente, Concejal, Escritor, Periodista, Conductor, donde su desempeño y su conducta fueron siempre intachables, de una honestidad y humildad increíbles, sino también, en su fibra más íntima, en su “enorme hombría de bien”, como esposo, como padre, como hermano, como amigo.
Lo recordaré siempre como un hombre-ser humano completo.
Ha dejado en mí la mirada clara y objetiva sobre la esencia del saber vivir.
Esa mirada profunda y no al pasar, de la vida cotidiana. Desde la valoración y el respeto por el otro. Desde el amor y cuidado que cada ser se merece. Y en ese camino, aprender a decir cada palabra a conciencia, a vivir con pasos firmes y desde la propia convicción.
Cuántos valores… Cuánta sabiduría… Cuánta simpleza a la vez… Cuánto vacío por TANTO, ha quedado en mi corazón, amigo querido del alma!
GRACIELA IBALOS
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Lo conocía de la calle, de su negocio, del periodismo.
Lo conocía, era peronista, yo radical.
Supuse que no podíamos congeniar…
Hasta que la gente con el voto, lo puso en el Concejo, y pude compartir cuatro años muy buenos.
Yo lo conocía…y en estos cuatro años, lo quise.
Se hizo querer. Compartíamos charlas en la cocina del Concejo.
Charlas con mates y discusiones políticas, pasión que tenemos los dos.
Aprendí muchas cosas de él.
Me dejó enseñanzas.
Me hizo leer.
Me orientó en algunas cosas.
De conocerlo aprendí a quererlo.
Siempre en mi recuerdo.
FERNANDO MALETTI